Mell R. García

Acostumbradas con fechas que nos sangran las heridas, ideales que jamás cumplieron nuestras expectativas, y sensaciones reprimidas que al entibiar nuestros males cumplieron con la mínima realidad de lo que nosotros anhelábamos. Para idealizar siempre estamos dispuestos mientras estos nos trasladen a pequeños momentos de felicidad, sin embargo las personas que estamos realmente avanzando paso a paso por la vida necesitamos más que eso. Necesitamos aflorar nuestras emociones para darnos ese empujoncito, como quien dice... Un soplo de vida que necesitamos para poder generar que cada día sea una subida no una caída más dentro de un mundo donde los estereotipos, la violencia y la frialdad nos lleve hacia su lado para hundirnos y terminar en lo que ya en alguna oportunidad se vivió como algo llamado tristeza y soledad. La miseria del hombre no inicia por falta de dinero; de hecho inicia por falta de valores y creencia en sus capacidades, cuando todo ello empecemos a cambiarlo será el momen...

A punto de terminar la noche tu recuerdo embarga mi pensamiento y alma.  No se si estás dormido o si tu tristeza me llama, solo puedo esperar el tiempo en el que tú me traigas calma... Pues dicha es lo que me falta y de tu honor no escapa, ya que gracias a tu cobardía hoy dejé el pasado en cicatriz atada.  Puedes tirar del tiempo con una soga imantada, pero de qué serviría tal esfuerzo si el viento volvió a traer consigo el recuerdo. Recuerdo aquel de días felices y desgracias arropadas, recuerdo que solo trae del destino una pizca de magia.  Sordera de aplomo y fragilidad aun ada, eres tú quien ésta noche no me deja emigrar hacia otra cama...